Sinceramente mía.

Dicen que todo es cuestión de tiempo, dicen que me equivoco, que tal vez renuncié a lo único que tenía que sabía que era cierto, dicen que me gusta ir a la mía y que me olvido de todo, dicen que no sé hacer las cosas bien. Que así no voy bien, que me equivoco mucho, pero yo sé que es así, sé que no hago bien la mayoría de las cosas a las que me enfrento, que me dicen derecha y voy a la izquierda, pero mírame bien, yo solo busco divertirme, no olvidarme de lo que vivo, no dejar que nada haga más mella en mi de la que yo desee, quiero dejarme perder si quiero, quiero aprender a reinventarme, quiero aprender a renacer de unas cenizas más bien apagadas, quiero flores marchitas, de esas que estan en más bien sus últimos suspiros, quiero equivocarme, aprender y vivir. Y no creas que no me han dicho de muchas maneras y muchas veces, que puedo hacer lo que yo quiera con lo que tenga enfrente, y ya sabes que me encanta esa sensación, pero paradójicamente odio tener que tomar decisiones si dudo, y creo que solo dudo con lo que no importa, no me gusta me aten las manos, que me impidan, que quieran ocupar en mis decisiones más parte de la que les corresponde, en definitiva no me gusta que se metan donde no les llaman, igual por eso no me gustan los mosquitos, tampoco las sanguijuelas, y lo reconozco, yo soy una sanguijuela, por eso las odio diría, diría que he aprendido hasta donde se puede llegar, he visto de cerca de qué son capaces las sanguijuelas, diría que he aprendido a qué juegan ahora, y he aprendido lo suficiente para dar esquinazo y seguir a la mía, a mantenerme fria por mucho que me queme la tensión y esa es mi prioridad, mi orgullo es poder decir que cualquier daño que haya sufrido es obra mía y de nadie más.